Entrevista a HANSHI MIKE MANCUSO

Michael John Mancuso es, sin lugar a dudas, el Maestro más amable y querido del Jundokan. Un hombre alto, de rostro amigable y sonrisa franca. Un Gigante Gentil. Un Caballero.

Nacido en 1943 en Peekskill, un pintoresco pueblo al norte de Nueva York sobre el Rio Hudson, fue el hermano del medio de tres de una típica familia Americana con orígenes italianos. Su padre Frank y su madre Bernice.

Tuve la suerte de conocer a Hanshi Mancuso en Naha durante el 60° Aniversario del Jundokan (2013). Fue en la cena de despedida que, una hermosa ceremonia coronó el Gasshuku con varias nominaciones a 9° Dan de la Casa de Miyazato. Él, junto a otros Grandes Maestros del So Honbu, recibieron esa noche, esta distinción. Recuerdo que el evento coincidía con su cumpleaños en Noviembre y un grupo de estudiantes frente a todos le cantamos el “Feliz Cumpleaños”. Un descaro que él supo tomar con una sonrisa cómplice subiendo al escenario a agradecernos. Por cierto, el improvisado coro, jamás tendrá un lugar en “America got Talent”.

Hacía tiempo que estaba tratando de contactar a Hanshi Mancuso para hacerle un reportaje, saber algo más de él, de su vida, de sus experiencias y sus viajes a Okinawa que, desde 1966, se repitieron año tras año.

Mancuso Sensei es el occidental más antiguo en entrenar bajo la guía de Ei’Ichi Miyazato, y esto en sí mismo, merecía ser contado a quienes como yo, pertenecemos a una generación posterior.

Sensei Mancuso y Osensei Miyazato

No fue fácil encontrarlo. Mike Sensei no tiene interés en “redes”, “zoom” o “skype” y esta vez tuve que recurrir al “teléfono”. Si…, un teléfono… ¿recuerdan esa caja negra con una manija y un redondel plástico con agujeros y números?

Por suerte conté con la ayuda de varias personas (los mencionaré debidamente al final de esta nota), quienes me permitieron contactarlo y transcribir la comunicación que por momentos se hacía imposible debido al deplorable estado al que volvieron a estar las líneas telefónicas en nuestro país desde el comienzo del 2020.

El 11 de diciembre, aniversario del fallecimiento de Miyazato Sensei, a las 15:00 hrs Buenos Aires, 13:00 hrs Nueva York, llamé a Hanshi Mancuso a su casa de Mahopac y tuve con él una muy entretenida y educativa charla.

Sensei Mancuso, ¿cómo está Usted?

MM: Estoy bien, ¿cómo estás?

Perdón Sensei, ¿es esta una buena hora para llamarlo?

MM: Sí, Sí. He preparado algunas cosas para ti, algunos papeles, pero he estado muy ocupado, muchas cosas están sucediendo en Nueva York con este virus y todo, así que lo que haré es enviarte algunas fotos mías en los años 60 con todos los mayores del Jundokan.

¡Qué emoción Sensei! Esa es una gran noticia para mí. ¿Recibió el correo aéreo que le envié?

MM: Sí, sí, sí. Lo que pasó es que, lo leí y pensé en re-escribirte pero puedo contarte rápidamente algunas anécdotas de los viejos tiempos si a ti te interesa.

Por supuesto Sensei, de esto se trata, estoy realmente ansioso… ¿Podemos comenzar por cómo se inició en el Karate?

MM: Si… Estaba estacionado en la base aérea de Naha en 1966, y lo que pasó es que estábamos jugando en el cuartel, ya sabes, yo era un GI[i] de la fuerza aérea, agarré a alguien y fui a empujarlo y él se dio la vuelta y me dio una patada…, me dio una patada en el estómago… y le dije “¿De qué se trata eso?” y él dijo: “Oh, hago karate en la ciudad de Naha” y dije “Oh, no sé nada de eso, déjame ver…”, así que fui a la ciudad y encontré el Jundokan Dojo, así que entro y me presento, y todos dijeron “Oh, eres un soldado”, “Sí, sí, sí”, “¿Cuántos años tienes?”, “23 o 24″, respondí y me dijeron, “OK, puedes venir a entrenar mañana, te tienes que comprar un karate-gi y puedes entrenar”, así que compré el traje y al otro día comencé a entrenar. Realmente lo disfrute.

Hice Boxeo con mi padre, él era boxeador. Él ganó los guantes de diamantes, eso es antes de los guantes de oro en Nueva York, así que me enseñó a boxear. Yo era joven y estaba bien entrenado en dar y recibir golpes. Así que realmente me enamoré del KARATE.

Todos los jóvenes en el Dojo querían practicar conmigo, así que comencé a ir a clase todos los días durante los siete días de la semana, supongo que unas tres horas y media por día, y estaba en la fuerza aérea… yo era uno de los jefes, estaba muy atareado…

Me iba a trabajar a las seis de la mañana para poder irme un poco más temprano de la base. Desde allí iba al dojo alrededor de las 15:00, y entrenaba hasta las 19.30 hrs.

Un C130 decendiendo en la Base Aérea de Kadena, Okinawa

¡Es una anécdota fantástica!

MM: Sí, sí… buenos recuerdos…!

Uno de mis mejores amigos fue Yasuda Sensei, el falleció hace unos meses a los 95 años. Otro de mis mejores amigos del Dojo, (esta mañana temprano lo llamé para saludarlo) es Kinjo Sensei. Él es un muy buen amigo mío, se unió un poco más tarde al Jundokan. Compartimos muchos entrenamientos con los cinturones negros. Todos los “Senseis” del Jundokan me ayudaron con mi entrenamiento.

Hanshi Mancuso junto a Osensei Tetsunesuke Yasuda

Yurio Nakada de Alaska otra persona a quien yo aprecio mucho. Él pasó un fin de semana en mi casa, lo invité cuando Sensei Miyazato vino a ver a Teruo Chinen Sensei en Spokane, Washington. Luego Miyazato me llamó, esto fue hace muchos años, y me dijo que él vendría a Nueva York y si podía pasar a visitarme. Desde ya que dije que sí. Él tomó un avión y pasaron una semana en mi casa. Tengo fotos de eso, él mirando mis  kata, y ya sabes, dando clases.

Hanshi Mancuso, Osensei Miyazato y Osensei Teruo Chinen en USA

Entonces, si usted comenzó en 1966 conoció el antiguo edificio del Jundokan ¿verdad?

MM: Sí…, entrené varios años allí. Estaba al lado del edificio actual. Hubo que mudarse, algo andaba mal con el edificio de madera, nadie dijo nada, solo dijeron que se iban a mudarse y eso fue todo.

Usted me contó sus comienzos en el kárate, pero… ¿cómo fue su formación escolar?

MM: Me gradué de bachiller, en 1961, tenía 17 años. En 1963 me uní a la fuerza aérea, y luego en el 65 o 66 me fui Okinawa, en enero del 66 me uní al Jundokan y durante mi estadía en la isla entrené durante un año y medio.

¿Cómo se forma tu familia? ¿Tiene hermanos?

MM: Tuve un hermano menor, Frank y una hermana mayor Beverly, ambos fallecieron. Mi madre y mi padre también, así que solo quedo yo.

Mi hija Heather y mi hijo Jason hicieron karate por un tiempo, no mucho tiempo, pero sí por un tiempo. Mi hija vive a unas dos horas y media al norte de Nueva York. Ella es maestra, tiene cuatro hijos. Les enseñé a mis cuatro nietos, Alan, Adam, Alyssa y Ashley cómo patear y golpear y varios katas. Adam y Alyssa son gemelos.

¿Qué le dijeron tus padres cuando les contó que estaba haciendo karate?

MM: Dijeron “¿qué es el karate? No lo sabemos”, entonces les dije básicamente, lo que era.

Siempre me sentí como en familia en Okinawa, muchos okinawenses querían compartir tiempo conmigo, me llevaron a sus casas y me hicieron sentir muy bien. Cuando estás en el servicio, (no sé si has estado en el servicio), no ves a tu familia por mucho tiempo y quieres estar entrenando. Siempre tuve un gran familia, ya sabes amigable, y todos los okinawenses me llevaron a su casa, todos ellos, y pasé con ellos, muy buenos momentos, así que estuvo bien, fue realmente bueno.

Osensei Iha Koshin, Hanshi Mancuso y Osensei Yasuda en Okinawa

Sensei, usted pertenece a una generación de hombres valientes que sufrieron los horrores de varias guerras. ¿El karate lo ayudó de algún modo a lidiar con el dolor de aquellos conflictos?

MM: Sí lo hizo, fue un gran apoyo para mí empezar a dar clases.

Cuando llegué a casa busqué empezar rápido con la obligación de dar clases. Los okinawenses me dijeron “Tú tienes que difundir el estilo, tienes que difundirlo”. Entonces, inmediatamente, en 1967 abrí un dojo en Spring Valley, Nueva York. Lo hice junto a un instructor de judo llamado Walter Shumway, y funcionó de alguna manera. Él tenía el judo y yo el kárate. Estaba muy interesado en el karate, y era bueno porque Sensei Miyazato también estaba interesado en el judo y el karate. Entonces el instructor de judo solía mirar mi clase y decía “Oh, ¿qué harías si te agarro? Y debatíamos al respecto. Eso nos permitía estudiar distintas opciones de defensa y ataques.

Walter Shumway (1935-2010)

Enseñé allí durante unos nueve años y luego sensei Chuck Merriman, asumió el control del Dojo de Spring Valley después de que me fui, así que le dije “¿Por qué no te unes a Jundokan?” “Oh no no no”, dijo, pero doce años después se unió, me llamó y me dijo: “Quiero unirme al Jundokan, debí haberme unido hace años, y ahora quiero unirme”. Él fue a Okinawa, yo lo acompañé y lo presenté, así que se unió al Jundokan.

¿Tenía muchos alumnos en aquellos días?

MM: Sí, tuve muchos policías. Por alguna razón fue muy popular. Tenía 22 alumnos, sí.

¿Cuál fue su primera impresión al conocer a Miyazato?

MM: Él era muy, muy amable. Por otro lado estaba muy bien informado, y quería difundir el Okinawa Goju Ryu, así que me hizo entrenar con todos los mayores y ellos eran muy muy fuertes, y me enseñaron cómo entrenar.

En el 67 volví a Nueva York. Pero Okinawa me había marcado y en el 68 volví, y en el 69. En el 70 cuando me casé, mi luna de miel fue en Okinawa, así que todos estaban felices, así que esto hizo que todos se sintieran cómodos y fue bueno, fue realmente bueno.

Cada vez que un estudiante extranjero, venía al Jundokan, yo le ayudaba. Entonces, lo que sucedió fue que una vez cada seis meses solíamos ir a un gran dojo en la ciudad, el Budokan, a hacer demostraciones. Yo representé al Jundokan siendo cinturón marrón, solía demostrar Saifa. Luego obtuve mi cinturón negro, y mi kata preferido era Sanchin, ese era mi kata.

Libro “Dento Okinawa Goju Ryu”

Estoy en dos libros, en un libro estoy haciendo Sanchin. En el otro libro, el de Sensei Miyazato, escribo unas líneas, te lo enviaré también. Le enviaré fotos mías haciendo Sanchin del libro y también mi escrito.

Palabras de Hanshi Mancuso a su querido Sensei, referente absoluto de Jundokan y otras importantes escuelas, Miyazato Ei’Ichi

Sensei, usted fue el primer estudiante occidental del Jundokan, pero ¿hubo otros en aquellos primeros años?

MM: Si lo fui. Llevé a un par de mis amigos de la base aérea. Era un entrenamiento duro, mis amigos no resistieron y no quisieron pagar más clases. Pero para mí, era un buen entrenamiento, todos me cuidaron. Realmente lo hicieron.

De vez en cuando Sensei Miyazato contaba historias. Fue genial pues estaba aprendiendo la parte física del estilo además de la historia.

¿Cuáles son sus kata favoritos, Sensei?

MM: Me gusta Saifa. Hice mucho Saifa, y lo que hice fue, puedo enviarte fotos, usé los “trackers” en la base. Cuando aterrizaban los jets, y quizás te rías, a veces tenían paracaídas para frenarlos, y yo solía levantar los paracaídas con una pierna así trabajaba mi equilibrio para Saifa. Como sabes, este kata tiene una apertura donde debes estar en una pierna y luego con la otra, y yo estaba practicando eso en la base y todos me miraban “¿qué estás haciendo? Nada, nada, solo estoy practicando”.

En aquellos días yo estaba muy orientado a la familia, porque crecí en una familia italiana muy unida y todo era respeto, respeto a mi familia, respeto a otras personas, así que eso fue lo que me hizo empezar karate y aprenderlo fácilmente, el respeto estaba ahí.

Hanshi Mancuso, Osensei Iha y Osensei Miyazato

Finalmente sensei ¿Qué mensaje puede dejarnos a las nuevas generaciones de karatecas?

MM: Sí, uhm … cuando te inicias en las artes marciales, hay tantas cosas que esperas que sucedan… Pero primero tienes que entregarte. Para conseguir algo, primero hay que aprender a dar, así como en la vida.

En mi vida marcial me encontré con varias personas, aquí en Nueva York, que decían “Oh, hago artes marciales” y luego decían “No estoy haciendo esto, no estoy haciendo aquello”. Yo he entrenado horas y horas sin pedir nada a cambio y sé que tú también. Cuando estuviste en Okinawa yo te vi entrenar duro. De eso se trata, no se toma, se da.

Todo el mundo quiere tomar, tomar, tomar, así que, ya sabes. Entonces digo: si es esto es lo que quieres hacer, ok, si esto no lo quieres hacer, eso también está bien, lo que sea, pero antes de exigirle al otro, exígete primero a ti mismo.

Este principio se aplica a todo, en la religión, en la familia, en el Karate, así es, así es la vida. Pero debes aplicarlo, debes ponerte en una posición en la que puedas abrir tu mente y asimilar. No debes hacer nada con la mente cerrada. Porque hay mucha gente que va viviendo su vida y no quiere escuchar a nadie.

No sé todas las cosas, solo sé lo que es bueno para mí, y no quiero pasarlo por alto, eso sería horrible.

El mundo para mí está atravesando un gran cambio, desearía que más personas se dedicaran a las artes marciales, eso les alegraría el día, estarían más contentos con la vida…, pero así es como va.

Entonces, ¿cuéntame cómo es en el lugar dónde vives?

Vivo en una ciudad pequeña Sensei, cerca de Buenos Aires, tal vez a cincuenta kilómetros. La gente está triste, la cuarentena arruinó la vida y la economía de muchas familias. Por eso decidí hacer un Gashukku, para distraerlos, darles una esperanza. Creo, como usted que la gente necesita más karate. En un par de horas mis alumnos vendrán al Dojo.

Quiero que sepa Sensei que hoy para mí fue un día doblemente feliz, tuve esta entrevista con Usted, un Gran Maestro, un gran aprendizaje para todos nosotros, y además… comienza nuestro Gashukku local de fin de año, todo el fin de semana.

MM: Eso es bueno, eso es bueno, sí. En lo que pueda ayudarte, si puedo ayudarte, será un placer para mí.

Ya lo ha hecho Sensei. Le agradezco profundamente esta charla, y espero volver a verlo nuevamente en Naha, en USA, o donde sea!

MM: Si, lo haremos. Nos reuniremos señor. Sí señor. Estoy juntando…, he estado muy ocupado pero, estoy juntando algunas fotos de muchas personas mayores y fotos mías con las personas mayores del Jundokan. Te las enviaré.

Disfruté hablar contigo y disfruté entrenar contigo en Naha, de verdad.

Gracias Sensei, es un honor para mí.

MM: Cuídate tú y a tu familia. Y a tu dojo también.

Haré mi mejor esfuerzo, Sensei.

MM: Hasta pronto. Te veo pronto. Adiós.

Cuando colgué el teléfono me recosté sobre el respaldo de mi silla, respiré profundo y me quedé unos minutos mirando el vaivén silencioso de las hojas de los árboles a través de la ventana de casa.

Acababa de hablar con una leyenda, el hombre más querido en el Jundokan, un sabio, un filósofo de la vida, una pieza fundamental en la historia de karate Goju Ryu. Ahora vendría la etapa del auto-reproche ¿cómo no le preguntaste esto? ¿cómo no le preguntaste aquello?…

Hanshi Mancuso es una verdadera enciclopedia de conocimiento. Un libro al que se puede acudir siempre que se requiera de sabiduría y franqueza.

El viento, detrás del vidrio, aún jugaba con las hojas verdes y plateadas de los álamos mientras el Sol de diciembre pronunciaba las inquietas sombras esquivas entre los copos de luz. Se acercaba el inicio del Seminario y debía cambiarme. Me puse el karate-gi como quien se prepara para la batalla. Las palabras de Sensei Mike aún resonaban en la región peri- silviana[ii], del hemisferio izquierdo de mi cerebro: “si esto es lo que quieres hacer, ok, si esto no lo quieres hacer, eso también está bien, lo que sea, pero antes de exigirle al otro, exígete primero a ti mismo.” Sin dudas la mejor declaración de principios que escuché este año. Sino la mejor que haya escuchado.

El Tiempo y las condiciones político-sanitarias dirán si me encontraré nuevamente con Hanshi Mancuso en algún lugar del Mundo. Mientras tanto su ejemplo personal y sus consejos servirán para seguir transitando mi Camino en el sentido que creo correcto.

La clase comienza.

Caminar junto a gigantes puede hacerte sentir pequeño, pero caminar junto a caballeros gigantes te hace sentir especial. Siempre será un honor para mí transitar este camino bajo la guía de un Gran Maestro como Mancuso Sensei, un Gigante Gentil, un Caballero del Budo.

El autor junto a Hanshi Mancuso en el Budokan

Agradecimientos Especiales

Esta entrevista fue posible gracias a la inestimable ayuda de Hanshi Chuck Merriman,  Sensei Michael D. Bauk y el profesor Guillermo Bianchi de 21Steps: https:/www.instagram.com/21englishsteps/


Notas

[i] G.I.: General Items. Son iniciales que se utilizan para describir a los soldados del Ejército de los Estados Unidos y a los aviadores de las Fuerzas Aéreas de los Estados Unidos. El término nace para designar los elementos generales del equipo militar (general items).
[ii] Áreas de Broca, Wernicke, circunvoluciones supramarginal y angular; ínsula anterior, el polo y las circunvoluciones segunda y tercera de ambos lóbulos temporales.

Un comentario en “Entrevista a HANSHI MIKE MANCUSO

  1. Luis Triviño

    Siempre acertada entrevista,la humildad de sensei Mancuso,y del deseo de colaborar con vos,eso demuestra lo que aprendió,ayudar y disfrutar de este arte, gracias sensei.

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