Cuento corto por Pablo Scurzi
Imaginad, si os place, un piscis rudis que, hastiado de su acuario, decide un día saltar hacia la libertad en pos de un sueño hippie. Sin mirar atrás, sin considerar los lazos tejidos en el cristal de su prisión líquida, ni el tiempo que sus compañeros de nado le dedicaron, les dirige un saludo fugaz, salta sin escuchar reclamos ni bienaventuranzas y desaparece en el aire. ¡Adiós, amigos del agua!
Hasta aquí, todo bien. Cada cual tiene derecho a lanzarse hacia sus propias pesadillas.
Pasado un par de años, el fracaso de su proyecto personal y la sombra de un informe veterinario poco alentador lo empujan a buscar refugio en aquellos amigos que otrora abandonó. Ellos, ahora, nadan en otras peceras, donde son respetados, contenidos, reeducados de las inconsistencias que les dejó el pez huidizo. Allí, en aguas más serenas, han encontrado una nueva línea de flotación, un nuevo equilibrio.
Pero he aquí que, en una noche oscura, sin luna que ilumine su desesperación, el pachýsarka psária (nombre científico de esta especie) decide pescar en aguas ajenas. Armado con una caña de bombilla de aluminio y un anzuelo de melón afilado con lamentos bolivianos, se lanza a la captura de sus ingenuos compañeros, quienes nadan seguros y crecen sanos en sus antiguos dominios. Con carnadas arteras, tejidas de favores vencidos y promesas falsas, intenta convencerlos de que esta vez, esta vez sí, los cuidará y no los abandonará.

Algunos, ay, picaron el anzuelo. ¡Qué pescados!
Lo que sigue, ya lo hemos visto antes. El pescado hippie, en un arrebato de grandilocuencia, se autoproclama vigésimo noveno Duque del Mar. Reparte grados y ministerios a diestra y siniestra, les hace creer que sus ridículas embestidas contra tiburones son efectivas, y los convence de pagar sus gastos: agua, luz, gas, arena, coral y, sobre todo, YouTube. Sí, YouTube, ese océano infinito donde las mojarritas aprenden del famoso maestro Ken, influencer de aguas poco profundas.
Moraleja: “…el que se deja pescar por un pescado es un pescado al cuadrado.”
