Kihon, Kata y Kumite

KIHON

El KIHON (基本) es la base del karate. En japonés significa base, fundamento, estándar. Como tal, sirve para edificar algo encima, y de ahí su importancia en el proceso de aprendizaje. Sin KIHON no hay KARATE.

Entrenar Kihon permite a los alumnos mejorar la velocidad y la potencia de sus bloqueos y ataques, sus desplazamientos y fintas, al tiempo que corrigen la respiración, las capacidades condicionantes, coordinativas y volitivas.

Pero Kihon va aún más allá. Éste paradigma atesora un tesoro a gritos: “La práctica hace al Maestro”. La repetición, una, otra y otra vez, armoniza el gesto, lo equilibra, y prepara mentalmente al estudiante, para tolerar los esfuerzos propios que impone la práctica.

Esto será así en tanto se realicen las correcciones debidas en tiempo y forma. Es decir, en tanto un Maestro Rector nos acompañe en el proceso de aprendizaje. Sin un Rector la repetición excesiva probablemente sólo refuerce el deformación técnica. Del mismo modo que un árbol joven sin un soporte adecuado mal sobrevive la tormenta.

El KIHON, adecuadamente supervisado, nos permite avanzar, dar un paso sobre seguro hacia el Kata y el Kumite.

KATA

KATA (型) significa “forma, molde”. Es un conjunto de técnicas unidas bajo cierto criterio estético que definen aquello que es importante para cada estilo de Karatedo. En conjunto, operan como reservorio moral y técnico de todas aquellas prerrogativas que los fundadores eligieron para  definir cada estilo.

En KATA cada movimiento se puede analizar por separado en infinidad de situaciones, pero la globalidad, el conjunto, pasa a ser más valioso que la sumatorias de las partes.

Su práctica continua otorga al cuerpo elasticidad, armonía de movimientos, velocidad y potencia, capacidades indispensables para quienes consideramos al Karatedo, un ARTE de expresión corporal tanto como una CIENCIA.

Cada KATA tiene su ritmo propio, sus tiempos, su cadencia, una melodía única y particular que los define más allá del nombre.

Leon Tolstoi, el gran dramaturgo ruso, decía: “(el Arte) …empieza cuando el hombre siente una emoción y quiere comunicarla a otros.” KATA es “emoción” en estado puro y así debe practicarse.

No se puede aprender KATA de fotografías o videos, del mismo modo que no se puede copiar la obra de Borges o Bertrand Russel y transformarnos en literatos o filósofos, pero no debemos despreciar estas herramientas como estrategias para repasarlos, cuestionarlos y entenderlos como la maravillosa enciclopedia de conocimiento condensado que representan.

En Karate decimos: “i shin den shin” es decir: de Corazón a Corazón, aprendemos si estamos juntos y si nos enseñan desde el “corazón” pues, se aprende con el “corazón” y se practica con el “corazón”. En definitiva, una vez más, la figura del Maestro, el SENSEI en KarateDo, aquel que pueda guiarnos por el escabroso camino del aprendizaje motriz, ético y moral, se vuelve indispensable en persona.

En cada KATA habita una historia completa con una “introducción” un “nudo” y un “desenlace” y, como transmitamos esa historia, definirá la belleza del arte. Debemos tener en cuenta al practicar KATA:

  1. El Espacio disponible y el patrón direccional
  2. El Orden de las secuencias técnicas
  3. El Significado de las estructuras defensivas u ofensivas.
  4. El Ritmo, intensidad y la coordinación de los diferentes segmentos.
  5. La Respiración.
  6. La Interpretación

KUMITE

KUMITE (組手) es la expresión final del KarateDo. Literalmente significa entrelazar las manos”, es decir pelear, combatir. Es el resultado del desarrollo del Kihon y el Kata, ya no como monólogo sino como conversación entre pares, como debate.

Quién me enfrenta no es mi enemigo, es un oyente que participa con opinión propia en este concurso físico e intelectual, y es a quien debo convencer de mis razones en forma categórica. KUMITE es un “diálogo poético” entre artistas, un cuadro que se pinta de a dos, un dueto de cuerdas en crisis, la búsqueda del silencio revelador.

En KarateDo existen diferentes modos de KUMITE que podemos subdividir en dos grandes grupos, los predeterminados y los libres, es decir:

  • YAKUZOKU KUMITE
  • JIYU KUMITE

YAKUZOKU Kumite

  • Ippon Kumite
  • Sanbon Kumite (sanbon, sandan y sandan-gi)
  • Gohon Kumite
  • Uke Harai o Ude Tanren Kumite
  • Kata Bunkai
  • Kumite Bunkai (renraku y rensoku)
  • Enbu

JIYU Kumite

  • Kakie
  • Randori Kumite
  • Iri Kumite (Ju/Go)
  • Shiai Kumite

KarateDo es KIHON, KATA y KUMITE. Estas son sus partes, su base de sustentación, su desarrollo y su objetivo final. Todo es uno. Todo en uno.
Si quitamos alguna de ellas, KarateDo se derrumba.

A lo largo de mis 43 años de práctica (desde 1976 a la fecha) he sido testigo de numerosas transformaciones del Karatedo. Lo he visto embelesado por su faz deportiva, veloz y exitista; he disfrutado y promovido la noción de Escuela, peculiar estado de convivencia, aprendizaje y práctica; he recorrido el mundo buscando referentes, compartiendo anécdotas, visiones de futuro. Por suerte en todos los casos la estructura KIHON, KATA y KUMITE, se conservaba. Cuando esto no pasaba, el desarrollo posterior, tenía poco vuelo.

Quizás hoy, mi querido lector, estés atravesando una crisis de pragmatismo tirano. Sólo el resultado importa, sólo sirve si sirve, lo inmediato, lo que se deja ver… Bien… No te asustes, no es tan malo, a todos nos ha pasado. Cómo vino se irá. Lo cierto es que cuando te aburras volverás renovado al Dojo y a la seguridad de sus tres elementos: KIHON, KATA y KUMITE, aquellos con los cuales podrás seguir creciendo sin límites.

El KARATEDO, ese que vale la pena, siempre estará allí, sostenido por sus tres pilares.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *