1° Parte : Del período paleolítico al período Heian.


Período paleolítico: de 30.000 a10.000 a.C.

A través de la técnica del Carbono 14 se sabe que se usaron armas y utensilios de piedra en las islas japonesas hace posiblemente más de 30.000 años. Hay autores que proponen un período de 100.000 años. Durante los glaciares del pleistoceno los mares se retiraron y Japón quedó unido por tierra al continente. Hokkaido,  por ej. estaba unido a Siberia, la parte occidental a la península de Corea y había puentes naturales entre Hokkaido y Honshu y entre las islas Ryukyu (a las que pertenece Okinawa) y la isla Kyushu.

Se cree que por estos pasos habrían entrado en Japón bandas de cazadores siguiendo a las manadas de mamuts, elefantes de Naumann y grandes cérvidos.

Al mismo tiempo, en el bajo pleistoceno, hubo una gran actividad volcánica. Las capas de ceniza dieron forma al margal de Kanto en el lado oriental, en cuyas capas superiores se encuentra la mayor parte de los hallazgos paleolíticos.


Período Jómon: de 10.000 a 300 a.C.

Hace aproximadamente 12.000 años, empezó a subir la temperatura de la tierra y ascendió en nivel del mar, Honshu y Tokkaido se separaron y Japón quedó aislado del continente.

Los habitantes de este período dominaban la técnica de las vasijas. De hecho Jó-mon significa marcado mediante cuerdas, las usaban para hacer diseños sobre las mismas. Se encontraron emplazamientos Jó-mon en el norte, en la isla de Hokkaido.

Esta última era la tierra de un pueblo de piel blanca, los ainu, que llegaron a Japón desde Asia. Poco a poco este grupo fue empujado más al norte por los honshu. Por ese motivo actualmente quedan pocos representantes puros de esa etnia. El Dr. Loring Brace, antropólogo estadounidense, cree que los samurais más importantes podrían tener origen ainu y por eso pudieron integrarse a la aristocracia japonesa, cuyas características físicas difieren del resto del pueblo japonés. Su teoría es tomada con reticencia en Japón dado que la mayor parte de la población desciende de los yayois quienes siempre han despreciado a los ainu.


Período Yayoi: de 300 a.C. a 300 d.C.

En este período hubo muchas mejoras en las islas como cambios en las técnicas del cultivo del arroz, en alfarería, metalurgia y tejidos. La adopción de técnicas de regadío usadas en China y Corea, la construcción de acequias, anegamiento de los campos y construcción de graneros de almacenamiento convirtió el cultivo del arroz en el alimento básico para alimentar a grandes comunidades. Japón entró en la edad de hierro y de bronce en forma simultánea, en el siglo I d.C.


Período Kofun: de 300 a 552 d.C.

El nombre Kofun está dado por la denominación de las tumbas antiguas de los jefes locales en Kyushu, Shikoku y Honshu. Los túmulos Kofun más antiguos, como el de Koganezuka, se encuentran en la zona de Osaka, Nara y Kyoto, es decir, en el corazón del Estado de Yamato. Son estructuras gigantescas, rodeadas de piedras; a veces tienen forma redondeada o cuadrangular y otras presentan una curiosa planta en forma de ojo de cerradura. Con los años los túmulos se fueron extendiendo desde el centro de Honshu por otras regiones colindantes y así, un siglo después, había túmulos Kofun desde Kyushu, en el sur, hasta la zona de la actual Tokyo.

Pero lo más importante de este período es el surgimiento del poder político local como signo de emergencia del estado Yamato, embrión del estado japonés, en el que varios clanes se unieron con el objetivo de unificar el país.

Otro acontecimiento importante de fines este período fue la llegada del budismo y de confucianismo desde China y Corea. El budismo fue aceptado como nueva religión por el gobierno de Yamato. A fines de este período, en el año 538, junto con el budismo, entraron desde China las técnicas artesanales, las artes, la escritura, la medicina, etc.

Okinawa y Hokkaido no fueron influenciados por la cultura Kofun.

La religión original japonesa era el “shinto”, sistema de creencias de tipo natural y animista que fue desplazada por el budismo a un lugar secundario, aunque su posición fue variando de acuerdo a las distintas situaciones políticas de la historia. En la actualidad muchos japoneses asisten a templos tanto budistas como sintoístas. El sintoísmo o shinto, el «camino de los dioses» (mencionado por primera vez con ese nombre en la crónica Nihonshoki), está centrada en las divinidades locales o kami que pueblan la naturaleza. Estas deidades, cuyo culto se entremezcla con el que se tributa a los antepasados, habitan bosques y montañas, rocas y ríos; hay además kami del fuego y del cereal, y otros asociados a distintos animales.


Período Asuka: de 552 a 720 d. C.

Se llama así porque en esa época la capital estaba en el distrito de Asuka. La importancia de este período es la fundación de las dinastías imperiales que emergen del clan dominante Yamato. El emperador Jimmu fue el primero de esta línea dinástica.

Asimismo durante este período hubo grandes luchas por el poder. Asesinatos, regicidios, guerras fraticidas dieron como resultado cambios políticos según el clan que predominase. El más influyente en el siglo VI era el clan Soga que favoreció la difusión del budismo y era tan poderoso que intervenía en la sucesión imperial.

Yamashiro no Oe en el año 645, el príncipe Naka no Oe aliado con el príncipe Nakatomi no Katamari mataron al jefe del clan Soga en un banquete y luego a todos los miembros del clan.

El príncipe Naka no Oe  tomó el poder. El hecho más importante de este período, después del golpe de Estado fue la reforma administrativa Taika que se inició el día de Año Nuevo del año 646, con la colaboración del príncipe Nakatomi no Katamari.

 El objetivo de la reforma era limitar el poder de los clanes locales en favor de la Casa Imperial, y convertir el país en un estado completamente unitario, siguiendo los pasos de la China de los Tang. Se organizó oficialmente el territorio en provincias y distritos y se decretó que se llevara a cabo una redistribución de tierras cada cinco años. Cada terrateniente debía pagar impuestos al emperador según el tamaño y la producción de su latifundio.

 En el año 668 el príncipe Naka no Oe cambió su nombre por Tenji Tenno y fue nombrado emperador. Tres años después falleció, sus hijos Otomo y Oama lucharon por el poder. Este último venció y se transformó en su sucesor con el nombre de Tenmu.


Período Nara: de 720 a 794 d.C.

En  el año 720 la capital fue trasladada a Nara por el emperador Mommu. La autoridad imperial se hizo más fuerte, así como la religión budista, a tal punto que sus estatuas reemplazaron a los objetos sagrados, los shintai, en los templos sintoístas. Pero, como mencioné antes, el shinto sigue vivo en el pueblo japonés hoy en día y forma una unidad indisoluble junto con el patriotismo y el orgullo nacional.

Asimismo, en este período, los japoneses comenzaron a utilizar los ideogramas o caracteres chinos. En la actualidad los japoneses escriben combinando los ideogramas, que en japonés se denominan kanji, con dos sistemas silábicos que se crearon en Japón tomando como base algunos de estos caracteres: el hiragana y el katakana. Aunque ambos poseen los mismos sonidos, cada silabario se escribe diferente y posee una misión específica. Mientras el Hiragana se usa para nombrar vocablos nativos, el Katakana se utiliza para denominar palabras de origen extranjero (principalmente occidentales) y onomatopeyas.

        Volviendo a la historia, muchas cosas cambiaron después de la reforma Taika, pero no todo. Ya no existía la casa Soga, pero otra familia iba a ocupar su lugar. Un clan cuyos miembros iban a decidir los destinos de Japón durante mucho más que siete décadas, y cuyo apellido ha sobrevivido hasta la actualidad: los Fujiwara.

Los Fujiwara pertenecen a la familia de Nakatomi no Kamatari, el aliado del príncipe Naka en la reforma Taika. Después del golpe de Estado, Nakatomi cambió su apellido, pasando a llamarse Fujiwara no Kamatari. Poco después de su muerte, la familia ascendió. El emperador Mommu (697-707) contrajo matrimonio con una dama Fujiwara, y a partir de entonces, casi todos los gobernantes hicieron lo mismo. Aun cuando la familia comenzó a perder su preeminencia, después de menos que cuatro siglos, los emperadores siguieron eligiendo consortes Fujiwara. De hecho, se considera que el primer emperador japonés en romper de manera radical con la costumbre fue Hirohito, en el año 1921.


Período Heian: de 794 a1.192 d.C.

El traslado de la capital a Kioto, que por ese entonces se llamaba Heian, marca el comienzo de este período.

Japón logró la madurez socio-política y cultural del país a partir de los modelos chinos. Ya no se trataba de copiar lo que llegaba del continente, sino de asimilarlo y adaptarlo, creándose así un marco específicamente japonés; la ruptura de relaciones oficiales con China, en el 894, dan fe de esta nueva mentalidad.

Se produjo un gran auge de la literatura, con obras del calibre del Genji Monogatari o el propio Libro de la Almohada.

También floreció la poesía waka, practicada por la aristocracia y no faltaron grandes maestros de la caligrafía.

Sin embargo, el poder de la casa imperial empezó a declinar y la nobleza ganó poder en los asuntos del gobierno.

Todo comenzó en el 903 con la rebelión de Taira no Masakado, un dirigente bushi del distrito del Kanto, quien se negó a pagarle tributos a la corte de Kioto. Fundó el reino de Kanto, se proclamó rey y expulsó a los nobles de la región.

El reinado no duró mucho. El emperador consiguió que otro clan bushi enviara tropas y Taira fue derrotado.

Sin embargo este hecho histórico fue trascendental, se la conoce como “La revuelta de Taira no Masakado”, que marcó el principio de la caída de la influencia del poder imperial y el ascenso de los bushi.

Al igual que en el periodo Nara, la corte Heian estuvo casi completamente dominada por la influyente familia Fujiwara, que llegó a controlar casi la totalidad de los puestos clave del gobierno, a pesar infructuosa oposición de la familia imperial. En el año 858 Fujiwara no Yoshifusa fue nombrado regente, un puesto que hasta entonces siempre había estado ocupado por príncipes Imperiales. Desde aquel momento, muchos Fujiwara ostentaron el cargo, de regentes de emperadores niños (Sessho) o de adultos (Kampaku), incluso el doble título de Sessho-Kampaku.

La etapa de máximo apogeo de los Fujiwara puede establecerse entre 995 y 1027, cuando Fujiwara no Michinaga estuvo al frente de la política de la corte.

Al final del período Heian el poder de los bushi se consolidó con la instauración del shogunato de Kamakura en 1192.

Aquí finaliza la primera parte de esta reseña histórica de Japón. En la siguiente entrega, la segunda parte, que empieza con el período Kamakura entraremos de lleno en el mundo de la casta samurai.